Las matriculaciones en los ciclos de Grado Medio y Grado Superior crecen un 10% frente al leve aumento en Bachillerato y la caída de la universidad
Las cifras de los cursos de FP, del Bachillerato y la Universidad:
- Nuevo acceso en la UMA. Este año, según cifras provisionales, ascienden a 6.332.
- Ciclos de Grado Superior. 6.957 estudiantes, un 10% más.
- Ciclos de Grado Medio. 8.724 alumnos, un 10%.
- Bachillerato. 20.497 alumnos, con un crecimiento del 7%.
- PCPI. 2.920 alumnos, un 14% más.
Hace muchos años que la Formación Profesional (FP) dejó de considerarse el refugio de los malos estudiantes. La valoración social de los ciclos formativos ha ido creciendo a medida que mejoraba la salida laboral de esto alumnos. En las empresas, están cada vez mejor considerados debido a su formación de carácter práctico. De hecho, algunos de los profesionales que salen de estos módulos apenas han notado la crisis y siguen presumiendo de un 100% de colocación, como por ejemplo Fabricación Mecánica o Madera y Mueble. Las cifras de este nuevo curso académico corroboran una tendencia al alza de los ciclos formativos frente a las carreras.
Este año, el número de matriculaciones en FP ha crecido un 10,2% frente al descenso de alumnos en las facultades. En total, 15.681 personas cursarán algún módulo de las 24 familias profesionales que se imparten en el Distrito Único Andaluz de las 26 existentes. En Andalucía únicamente no se cursan las familias de Industrias Extractivas -relacionado con la minería-, Seguridad y Medio Ambiente, y Artes y Artesanías. Los ciclos de Grado Superior cuentan ya con 6.957 estudiantes, un 10% más que el año pasado, cuando se matricularon 6.308 jóvenes. Mientras, en la UMA, este año -según cifras provisionales- se incorporarán menos nuevos alumnos que el anterior, pasando de 7.383 a 6.332 alumnos.
Además, el acceso directo desde este curso desde la FP a la universidad -en el próximo se prevé que se examinen solo de una parte específica-, podría suponer el impulso definitivo para este tipo de formación. Antes, tenían reservado un cupo del 30% para las Diplomaturas y del 7% para las Licenciaturas. Ahora, competirán con su nota media de los módulos con los alumnos de Selectividad. Una forma de acceso que ha levantado la polémica pero que muestra la apuesta del Gobierno por esta formación.
«Por fin ha quedado desterrada la idea de 'el que vale vale y el que no a FP'», señala Francisco Méndez, responsable de FP en Andalucia. Para Méndez, los ciclos de Grado Superior, sobre todo, se han ganado el respeto por mérito propio en el ámbito laboral y ahora, con la adaptación a la normativa LOE, todos los módulos tendrán una duración de 2.000 horas, de las que 500 aproximadamente son prácticas en empresas. Una experiencia sobre el terreno que, según indica este experto, supone un plus a la hora de valorar un currículum.
«Nos estamos encontrando con muchos jóvenes que estudian Bachillerato no ya como paso a la universidad, sino como la llave para el acceso a los ciclos de Grado Superior», dice Méndez. De hecho, los alumnos que aspiran a estudiar estos módulos necesitan notas medias muy altas para algunas titulaciones. Las de la rama de salud demandan más de un ocho de media en Bachillerato, mientas que el ciclo de Interpretación de la Lengua de Signos tiene una nota de acceso de 8,5. «Así que no es cierto que estos estudiantes estén peor formados si deciden dar el salto a la universidad, porque han hecho Bachillerato o un examen equivalente para los módulos y, además, pasan a las carreras con un mínimo de 21 años, con lo que tienen mayor madurez que los que acceder por Selectividad a los 18, y además, con conocimientos prácticos avanzados», continúa.
Quienes mejor conocen las ventajas de estos estudios son los 15.681 jóvenes que, entre ciclos de Grado Medio y Superior, estudian en la provincia. «Decidí matricularme en FP de Hostelería porque sabía que tenía buenas salidas en la Costa del Sol si tienes una buena formación; aunque es difícil conseguir un contrato ahora, creo que con el título tienes más opciones en los restaurantes de calidad», dice Carmen, que estudia en el IES Rosaleda.
No cabe duda de que la crisis también ha servido para incrementar este curso las matriculaciones en todos los ámbitos. Personas que se encontraban trabajando y se han quedado en paro, aprovechan ahora para reciclarse u obtener una titulación que acredite su experiencia. En este sentido, la FP se ha nutrido en estos últimos cursos de profesionales que han retomado sus estudios. «Pero no creemos que haya supuesto una subida espectacular en los ciclos de Grado Superior», dice Méndez.
En total, la FP se imparte en 122 centros de la provincia, 97 públicos y 30 privados. Este año, se estrenan cuatro nuevos ciclos. Se trata de Vitivinicultura; Administración de Sistemas Informáticos en Red; Guía, Informática y Asistencias Turísticas; y Gestión de Alojamientos Turísticos. Además, once ciclos se pueden estudiar actualmente por Internet. Los retos ahora de la FP, señala Méndez, son conseguir que la buena valoración social de los grados superiores se traslade también a los medios, que todavía no tienen la misma consideración; y conseguir que algunos ciclos tradicionalmente masculinos sean atractivos también para las estudiantes para acabar con las diferencias de sexos.
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